Eucaristía y celibato sacerdotal

 

24. Los Padres sinodales han querido subrayar que el sacerdocio ministerial requiere, mediante la Ordenación, la plena configuración con Cristo.

Respetando la praxis y las tradiciones orientales diferentes, es necesario reafirmar el sentido profundo del celibato sacerdotal, considerado justamente como una riqueza inestimable y confirmado por la praxis oriental de elegir como obispos sólo entre los que viven el celibato, y que tiene en gran estima la opción por el celibato que hacen numerosos presbíteros. En efecto, esta opción del sacerdote es una expresión peculiar de la entrega que lo conforma con Cristo y de la entrega exclusiva de sí mismo por el Reino de Dios 75. El hecho de que Cristo mismo, sacerdote para siempre, viviera su misión hasta el sacrificio de la cruz en estado de virginidad es el punto de referencia seguro para entender el sentido de la tradición de la Iglesia latina a este respecto. Así pues, no basta con comprender el celibato sacerdotal en términos meramente funcionales. En realidad, representa una especial conformación con el estilo de vida del propio Cristo. Dicha opción es ante todo esponsal; es una identificación con el corazón de Cristo Esposo que da la vida por su Esposa. Junto con la gran tradición eclesial, con el Concilio Vaticano II 76 y con los Sumos Pontífices predecesores míos 77, reafirmo la belleza y la importancia de una vida sacerdotal vivida en el celibato, como signo que expresa la dedicación total y exclusiva a Cristo, a la Iglesia y al Reino de Dios, y confirmo por tanto su carácter obligatorio para la tradición latina. El celibato sacerdotal, vivido con madurez, alegría y dedicación, es una grandísima bendición para la Iglesia y para la sociedad misma.

75 Cf Propositio 11.

76 Cf Decr.Presbyterorum ordinis, sobre el ministerio y vida de los presbíteros, 16.

77 Cf JUAN XXIII, Carta enc. Sacerdotii nostri primordia ( 1 de agosto de 1959): AAS 51 (1959), 545-579; PABLO VI, Carta enc. Sacerdotalis coelibatus (24 de junio de 1967) : AAS 59 (1967), 657-697; JUAN PABLO II, Exhort. ap.postsinodal Pastores dabo vobis (25 de marzo de 1992), 29: AAS 84 (1992), 703-705; BENEDICTO XVI, Discurso a la Curia Romana (22 de diciembre de 2006): LÓsservatore Romano, ed en lengua española (29 de diciembre de 2006), 7.

fuente:

Sacramentum Caritatis

Exhortación Apostólica de S.S Benedicto XVI

imagen vía: https://infovaticana.com/

jhr

"Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, el que cree en mí, vivirá para siempre."