Oración a San Miguel Arcángel

Ermita de San Miguel- Ibi (Alicante)

Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales. Humildemente te rogamos, te digne librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del Señor; que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por tí, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad.

Amén.

O gloriosissime princeps militiae caelestis, Sancte Michaël Archangele, defende nos in proelio adversus principes et potestates, adversus mundi rectores tenebrarum harum, contra spiritualia nequitiae in caelestibus. Veni in auxilium hominum, quos Deus creavit ex nihilo ad imaginem suam, et redemit a tyrannide diaboli pretioso sanguine Filii sui.

Tu es, sancte Michaël Archangele, custos et patronus Ecclesiae; tu glorificatus es post Dominum, tibi tradidit animas redemptorum in superna felicitate locandas. Deprecare Deum pacis, ut conterat Satanam sub pedibus nostris, ne ultra valeat captivos tenere homines, et Ecclesiae nocere.

Offer nostras preces in conspectu Altissimi, ut cito anticipent nos misericordiae Domini, et apprehendas draconem, serpentem antiquum, qui est diabolus et Satanas, et ligatum mittas in abyssum, ut non seducat amplius gentes.

Ex hoc nuncio, tua protectione fideles tutati, per viam incolumitatis pergant omnes dies vitae suae. Et in hora mortis anima eorum non paveat, sed per te, Michaël gloriosissime, in paradisum deducatur.

✠ Amen.

Versión abreviada, fiel a la original del PAPA León XIII

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

jhr

"Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, el que cree en mí, vivirá para siempre."

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